Día de los Derechos Humanos: testimonios del horror de la dictadura, en una muestra sobre la ESMA
Diario Clarín
“Se sabe que a esas personas se les aplicaba un tranquilizante, que eran marcados en camiones, en el sótano, y se rumoreaba -esto no puedo dar fe- que eran arrojados desde aviones”.
El testimonio de esta mujer produce escozor. Es una sobreviviente de la dictadura contando el horror en primera persona. Su rostro no aparece en la pantalla pero sobra y basta con su voz. De repente, se escucha el ruido de unas turbinas en una cabina oscura mientras aparecen imágenes que ilustran la historia. Quedarse allí es sinónimo de espanto. Es la cabina del horror sembrado hace 45 años.
Estos y otros relatos forman parte de Memoria Argentina para el Mundo. Patrimonio del Nunca Más, la muestra temporaria organizada por el Museo Sitio de Memoria ESMA que acaba de inaugurarse en el Palacio San Martin, sede de la Cancillería Argentina, en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos. Desde este viernes estará abierta al público, hasta el 10 de enero de 2022. La entrada es gratis.
La exhibición tiene como propósito mostrar un recorrido por los acontecimientos ocurridos durante la dictadura militar en Argentina, entre 1976 y 1983. Además, enfatiza las resistencias, tanto nacionales como internacionales, y el proceso de justicia logrado en democracia, a partir de la lucha de los organismos de Derechos Humanos en el país.
Memoria Argentina para el Mundo. Patrimonio del Nunca Más contiene siete paneles con temáticas vinculadas a acontecimientos ocurridos durante de la última dictadura, una instalación sonora y proyecciones audiovisuales.
Es el punto de partida del acompañamiento a la candidatura del Museo Sitio de Memoria ESMA para que en 2023 sea declarado Patrimonio Mundial ante la UNESCO.
El patrimonio del Nunca Más
“Esta muestra en Cancillería es como un kilómetro cero, con la idea de que en 2022 sea itinerante en los cinco continentes en distintas ciudades, destaca Alejandra Naftal, Directora Ejecutiva del Museo Sitio de Memoria ESMA, el ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio ubicado en el barrio de Núñez.
El primer piso del Palacio San Martín (Arenales 761), donde funciona la sede ceremonial de Cancillería, es el lugar destinado para recibir a presidentes, embajadores y diplomáticos de otros países pero en esta ocasión fue acondicionado para esta muestra.
Al ingresar al primer piso aparece un panel que explica el funcionamiento de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) como “el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio, donde se llevó a cabo un plan sistemático de desaparición forzada de alrededor de 5.000 hombres y mujeres”.
El 19 de mayo de 2015 el lugar quedó inaugurado como Museo Sitio de Memoria ESMA, actualmente, un monumento histórico nacional que evidencia el terrorismo de Estado.
En la muestra, el siguiente paso es el ingreso hacia una cámara o cuarto oscuro donde se escuchan los relatos de sobrevivientes de la ESMA que declararon en varios juicios contra dictadores y genocidas. El audio viene acompañado por imágenes de la dictadura.
Simplemente robo
“Sacaban de las casas televisores, bicicletas, muebles, bibliotecas, heladeras, lavarropas, ventiladores, estufas, alfombras… todo lo que uno se pueda imaginar. Todo eso había sido sustraído de las casas de los secuestrados”, relata una mujer sobreviviente. Su testimonio forma parte de los juicios contra los militares.
Hay más audios de otros sobrevivientes: “(los militares) nos comentaban quién había sido trasladado o bien que se habían ido para arriba. No querían decir ‘asesinado’”, se escucha la voz de un hombre que pudo contarlo.
“Los testimonios de sobrevivientes son parte del proceso de memoria y de justicia que inició la Argentina a partir de restitución de la democracia, el 10 de diciembre de 1983, y con mayor voluntad de regreso a la Justicia a partir del 25 de mayo de 2003”, indica Paula Vázquez, Directora de Asuntos Culturales de Cancillería.
La salida de esa cabina del espanto desemboca en el Salón de Frescos, también en el primer piso del Palacio San Martin.
En uno de los paneles hay estadísticas que dan cuenta del horror cometido por los militares: “340.000 exiliados, 30.000 desaparecidos, 400 niños nacieron en cautiverio y fueron apropiados, 10.000 presos políticos, 20.000 fábricas cerraron, 2.818 duró la dictadura-cívico militar, 700 centros clandestinos de detención, tortura y exterminio”, son algunos de los números.
En el otro panel se observa una gigantesca imagen de los tres integrantes de la Junta Militar: el Almirante Emilio Massera, el Teniente General Jorge Rafael Videla y el Comandante de la Fuerza Aérea Orlando Ramón Agosti, con el título Terrorismo de Estado: “Fue un proyecto político, militar, económico y social. La ESMA fue la parte de ese aparato represivo”, explica el texto.
En tanto, el Salón Libertador cuenta con otros cuatro paneles informativos. El primero se llama “La Resistencia” y cuenta la historia de distintos organismos de Derechos Humanos que fueron esenciales para lograr consenso social y obtener justicia.
Al inicio de la dictadura, familiares de desaparecidos presentaron habeas corpus y enviaron cartas a las embajadas, ministerios, juzgados y medios de comunicación en reclamo de sus seres queridos en cautiverio y para obtener justicia.
También, familiares de desaparecidos y argentinos exiliados formularon denuncias en el exterior e impulsaron la llegada de la Comisión Internacional de Derechos Humanos en septiembre de 1979. Allí se documentaron miles de denuncias de desapariciones forzadas.
Por otra parte, el panel “Verdad, Memoria y Justicia” hace referencia al juicio a las Juntas Militares tras el regreso de la democracia, en 1983. Primero, con la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de las Personas (CONADEP) para investigar el destino de los desaparecidos. En 1984 publicó el informe Nunca Más.
Un año más tarde, se llevó a cabo el Juicio a las Juntas que condenó a los máximos responsables, represores y genocidas y tras el que hubo dos leyes de impunidad: Punto Final (1986) y Obediencia Debida (1987), seguida por el indulto a los militares en 1989.
El texto viene acompañado por varias estadísticas sobre la cantidad de condenados, sentenciados, procesados y cuántas causas fueron a juicio, entre otros datos. Impacta la imagen del juicio a Alfredo Astiz, integrante del Grupo de Tareas que funcionaba en la ESMA, condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, secuestros, desaparición de personas, torturas y terrorismo de Estado.
“Una carta para Sebastián” es el sexto panel. Se trata de la historia de Elizabeth Patricia Marcuzzo, que fue secuestrada en octubre de 1977 en Mar del Plata y, con tres meses de embarazo, fue llevada a la ESMA. Allí dio a luz a su hijo Sebastián, en abril de 1978.
El niño fue dejado en la casa de su abuela materna, también en la ciudad balnearia, con una carta que su madre había escrito en cautiverio. La mujer continúa desaparecida.
La carta de Patricia es el único documento que sirvió como prueba en el juicio “Plan Sistemático”, que se hizo en 2011 en referencia al robo de bebés en la dictadura.
El séptimo y último panel cuenta la historia de la recuperación de la ESMA, aquel cuartel militar que se transformó en el mayor centro clandestino de detención y torturas, ubicado en Avenida del Libertador y Comodoro Rivadavia, en Núñez.
El 24 de marzo de 2004, el Estado Nacional firmó un acuerdo con el Gobierno de la Ciudad para ordenar el desalojo de la Armada del predio de la ESMA para dar lugar a la creación de un Espacio Para la Memoria, y para la Promoción y para la Defensa de los Derechos Humanos”, según cuenta el texto informativo.
Todos los paneles cuentan con un código QR diferente. Al escanearlo, se podrá conocer cada temática al detalle. Además, una instalación simboliza la puerta de entrada de la ex ESMA con fotografías de desaparecidos en ese centro de detención y de torturas clandestino. Así, se completa el recorrido en el primer piso.
Acto inaugural
La ceremonia de apertura contó con la participación del Canciller Argentino, Santiago Cafiero, y el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti. Asistieron Estela de Carlotto, Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, y representantes de organismos de Derechos Humanos.
“Tenemos un desafío como argentinos y como latinoamericanos, que un sitio tan emblemático como la ex ESMA sea reconocido como un lugar histórico, que marca lo que fue el genocidio en nuestro país y en nuestro continente. Si bien está en Buenos Aires, este lugar representa las represiones, el , la tortura y el exterminio de millones de jóvenes en toda nuestra patria grande”, aseguró Pietragalla.
“Por lo menos tenemos cuatro generaciones de argentinos y argentinas comprometidos con los Derechos Humanos. Eso significa que verdaderamente hay una idea de continuidad, de una cicatriz que no sana ni va a sanar naturalmente. Todavía hay un vació pero hay una perspectiva hacia el futuro. No está anclado en el pasado, los derechos Humanos también son presente y son futuro ”, dijo Cafiero.
Durante el acto inaugural también tuvo lugar a la entrega del Premio Internacional de Derechos Humanos Emilio Mignone, que cada año otorga el Ministerio de Relaciones Exteriores, en reconocimiento al trabajo de instituciones y/o personas extranjeras residentes en el exterior en la promoción y protección de los Derechos Humanos.
Recibieron la distinción Marguerite Cleire Boucherau, de Fondation Devoir Memorie de Haití (2020), y Carlos Juárez, en representación del Grupo de Apoyo Mutuo de Guatemala (GAM), ganador del premio en 2021.
“Esta candidatura también requiere de un gran compromiso de todo nuestro cuerpo diplomático para trabajar en los distintos países que puedan influir en la votación que se va a hacer en junio de 2023 en el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO”, deslizó Naftal.
En América, la muestra recorrerá las ciudades de Montevideo, Asunción, Santiago de Chile, Washington y Toronto. También estará en África, Asia, Europa y Oceanía. Y se prevé una gira por el interior conjuntamente con otros eventos programados por el Museo Sitio de Memoria ESMA a lo largo de 2022. Cancillería está ultimando detalles para definir el calendario.
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