El sábado 24 de abril se realizó La Visita de las Cinco, el tradicional encuentro del último sábado de cada mes, que organiza el Museo Sitio de Memoria ESMA, dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos. En esta oportunidad, y en el marco de Los Trabajos de la Memoria, la temática de la visita fue: «Responsabilidad empresarial. La pata civil de la dictadura».
Dado el contexto de restricciones por la situación epidemiológica, La Visita se hizo nuevamente en formato virtual. Los invitados y las invitadas fueron: Jonathan Perel, cineasta, director del filme «Responsabilidad empresaria»; Victoria Basualdo, coordinadora de la Unidad especial de investigación de delitos de lesa humanidad cometidos con motivación económica, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación; Rufina Gastón, integrante de la Comisión Memoria, Verdad y Justicia de Zona Norte, esposa de Aldo Ramírez, obrero de Astilleros Astarsa desaparecido; Betina Stein, abogada, directora del Banco Central de la República Argentina.
Graciela Dobal, Directora de Contenidos y Producción Museográfica del Museo, dio las palabras de bienvenida y presentó a los invitados y las invitadas: «Quiero darles la bienvenida a una nueva edición de La Visita de las Cinco del Museo Sitio de Memoria ESMA que nos encuentra nuevamente en formato virtual. A partir de estos encuentros, desde el Museo proponemos pensar el presente a partir de hechos sucedidos en el pasado.» Luego de nombrar a cada uno de las y los invitados, dio paso a unos fragmentos del filme Responsabilidad Empresaria de Jonathan Perel.
Una vez finalizado el fragmento del filme, Jonathan Perel comentó acerca de cómo fue que decidió realizar la película: «Siempre mis películas trataron de ir acompañando la agenda de memoria en argentina. En el año 2008 filmé la ESMA, en 2012 registré varios de los espacios de memoria que fueron señalizados por el Estado, y en 2015 cuando se publica el informe me pareció ideal. Y pensé que tenía que darle una imagen a algo que originalmente era un libro. El objetivo era darle visibilidad y acercarlo a un público distinto».
Además comentó que era clave que todas las empresas que fueron mencionadas en el informe figuren en el libro, y agregó: «lo interesante de mi película es justamente lo que no está, lo que está desaparecido».
Para finalizar se refirió a la importancia de la presencia de los logos de las empresas mencionadas en la película: «las empresas entregaban sus hojas membretadas con sus logos para presentar las listas de los delegados sindicales que había que secuestrar. ¿Cómo no los íbamos a poner al comienzo de los capítulos, no?»
Victoria Basualdo comenzó su exposición agradeciendo la invitación: «quiero agradecer por este espacio que han armado, que es siempre un punto de encuentro. Esta tarea que hacen de ir tejiendo diálogos es lo primero que quiero agradecer». Luego de eso presentó un Power Point con el que fue acompañando su explicación acerca del trabajo de investigación. «El objetivo de fondo era tratar de investigar y analizar la responsabilidad del empresariado durante la última dictadura cívico militar argentina. El papel de los sectores empresariales», y agregó: «Es muy importante poder visualizar estas marcas, estas 25 empresas no sólo son de actividades económicas diferentes, sino que estamos hablando de 6 regiones distintas de todo el país. Y en este sentido también es importante recordar el proceso de lucha obrera, que también se extiende a lo largo de todo el país. La toma de los escenarios fabriles, que luego pasaron a ser territorios de represión, muestra aquello a lo que se estaba buscando disciplinar con la represión».
Para concluir su exposición, Victoria se refirió a la diferencia entre los conceptos de responsabilidad y complicidad, en relación al rol de las empresas investigadas: «Para terminar quería contarles que además de este trabajo sobre estos 25 casos, lo que analizamos fue cuáles fueron las formas de articulación militar y empresarial. Los empresarios en algunos casos iban más allá de los objetivos de las fuerzas armadas. persiguiendo a trabajadores que defendían sus condiciones laborales. El concepto de responsabilidad empresarial estuvo presente durante toda la dictadura. Pero hablamos en muchos casos de complicidad, lo que implica que hay un sujeto principal que lleva adelante la acción y otro que acompaña. Acá hay que hablar de responsabilidad que no implica un solo nivel, sino una especificidad que queremos rescatar».
Después fue el turno de Rufina Gastón quien se refirió a la toma de los trabajadores del astillero Astarsa en 1973. «Luego de la toma nos trasladamos al barrio Rincón para seguir concientizando a los compañeros de otros astilleros. Con un grupo de militantes que éramos de la Juventud Peronista, empezamos a trabajar en el barrio para unir las necesidades que había en cada territorio con los reclamos que se daban en los astilleros», explicó Rufina.
«Cuando vino el golpe, los compañeros en los barrios lo sufrieron muchísimo. Y cuando las mujeres fuimos a reclamar nos decían ‘ustedes tendrían que haber hablado con sus maridos para que no se metieran’», agregó.
Para concluir, se refirió a la responsabilidad del empresariado en la desaparición de los trabajadores: «Seguimos luchando y exigiendo que se haga justicia, pero esta vez tiene que ser sobre la complicidad empresarial. Ellos son responsables de la desaparición de cada compañero, de las torturas, porque a partir de los testimonios, supimos que en las listas que tenían había una ficha donde estaba la foto de cada uno. Esto demuestra que tanto los represores como los empresarios son responsables de la muerte y la desaparición de nuestros compañeros».
Finalmente Betina Stein tomó la palabra y se refirió inicialmente al objetivo económico de la dictadura: «La dictadura militar tenía un objetivo muy claro que era facilitar la imposición y la consolidación de un cambio estructural en la matriz económica argentina, que pasaría de un modelo de producción a uno de acumulación de riqueza y de clarísima especulación financiera».
Luego habló acerca del interés que tenían las empresas en la ejecución del plan económico de la dictadura: «A los grupos empresarios la dictadura le vino como anillo al dedo porque les permitió ampliar exponencialmente sus ganancias, reducir sus gastos y estatizar su deuda externa. Con lo cual es muy claro que había un interés enorme por colaborar activamente con la dictadura, facilitando espacios de tortura, de secuestro, infiltraciones, entrega de datos. Y aquellos trabajadores desaparecidos, eran luego despedidos por no asistir a sus lugares de trabajo. Esto deja más que claro una responsabilidad empresarial en los delitos de lesa humanidad».
Finalmente se refirió al proceso judicial vinculado a estos casos: «El juzgamiento tiene tres aristas importantes: la persecución penal de sus autores, el derechos de las víctimas y familiares a conocer la verdad y la reparación integral de esos daños. Y esa reparación tiene que ser económica. Cuando la reparación es económica tiene una importancia y un efecto muy grande».
Para cerrar su exposición habló de la importancia de seguir con los procesos judiciales: «Yo propongo que sigamos insistiendo en estas causas, en las causas penales, en los juicios civiles porque en Derecho se aplica el poema de Machado `Se hace camino al andar´. No importa si tenemos resoluciones adversas. Hay que seguir insistiendo. Porque esta es la única manera de mantener viva la política de Memoria, Verdad y Justicia».
Sobre el final se respondieron preguntas del público y se recibieron adhesiones y participaciones del colectivo de sobrevivientes y organismos de derechos humanos que saludaron a las y los invitados y agradecieron la actividad.