En el marco de la postulación del Museo Sitio de Memoria ESMA a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, el martes 10 de noviembre se llevó a cabo el conversatorio «Museos y Derechos Humanos. Albergar y disponer las memorias del pasado», organizado por el Programa Ibermuseos y el Ministerio de Cultura de la Nación. El objetivo fue intercambiar experiencias sobre la gestión museística y curatorial de historias violentas y traumáticas en distintos países de Iberoamérica. Participaron, además del Museo, casos de Ecuador, El Salvador, España y Uruguay.

La apertura y moderación estuvo a cargo de Viviana Usubiaga, Directora Nacional de Gestión Patrimonial de Argentina, quien propuso “partir de la idea de que una museología sensible puede colaborar en la justicia y la construcción de la memoria”. La anfitriona destacó: “Los testimonios presentes o por ausencia de las víctimas del terrorismo de Estado, de masacres, de crímenes de lesa humanidad, de conflictos armados en la historia reciente son fuentes privilegiadas para la proyección del Nunca Más desde los sitios específicos hacia el mundo”.

Ya como parte de las exposiciones, la primera en tomar la palabra fue Alejandra Naftal, Directora Ejecutiva del Museo Sitio de Memoria ESMA. “El desafío de estos espacios es ver cómo desde el presente podemos construir aquellas memorias del pasado. En ese sentido, creemos que los museos tienen que salir de ese lugar de autoridad intachable para convertirse en espacios de debate, de discusión, de apertura y de reflexión”, destacó. Además, propuso como estrategia la búsqueda de consensos: “La única manera de legitimar a estos espacios es escuchando las distintas voces que son protagonistas de las discusiones e interpretarlas”.

Elbio Ferrario, Director del Centro Cultural y Museo de la Memoria de Uruguay, destacó la importancia de que en el guión museístico “no participen solamente especialistas sino la comunidad en sus diversas manifestaciones organizadas”, y sostuvo que “en estos espacios el patrimonio disponible es intangible y tiene que ver con los Derechos Humanos como territorio donde se realiza la dignidad humana.”

“Concebimos a estos sitios como verdaderos espacios de humanización”, definió por su parte María Gabriela Mena Galárraga, Directora Ejecutiva del Museo Nacional de Ecuador. “Son lugares donde se practica una museología más humana, una museología del alma que logra curar y construir una sociedad mejor”, afirmó.

A su turno, Ariana Ninel Pleitez, curadora de exposiciones sobre Memoria y Derechos Humanos en el Ministerio de Cultura de El Salvador, puntualizó que “en la relación entre Museos y Memoria no hay una receta única ni una sola manera de hacer las cosas”. Al narrar la experiencia en su país, señaló que “lo más importante es apelar al significado, más que a los objetos” y que “es fundamental la accesibilidad de las personas al espacio, para que se lo puedan apropiar”.

Para cerrar, Montserrat Iniesta González, Directora del Born Centro de Cultura y Memoria de España, brindó detalles del trabajo realizado en la institución, a la que definió como “un lugar para vincular a quienes no comparten las mismas culturas memoriales” y “un espacio urbano convertido en una fábrica de construcción de memorias presentes”.