El sábado 26 de septiembre se llevó a cabo el tradicional encuentro mensual del Museo Sitio de Memoria ESMA, que tuvo como temática las «Operaciones de prensa de las dictaduras de Uruguay y Argentina. La construcción del miedo», y fue realizada junto con los Sitios de Memoria Ex-SID de Uruguay y el Ex CCDTyE «Automotores Orletti»
En esta jornada participaron: Virginia Martínez, documentalista, coordinadora del Sitio de memoria ex SID, de Uruguay; Marisa Ruiz, historiadora, investigadora en temas de género y Derechos Humanos; Sara Méndez, maestra, sobreviviente de Orletti y del SID, fue víctima de la operación de prensa Chalet Susy; Luis»Lucho» Ruiz, militante por los derechos humanos en Argentina y Uruguay, documentalista; Emilio Vanhoutte, licenciado en Comunicación, integrante del equipo de comunicación e investigación del Sitio de Memoria Orletti; Daniel Cabezas, productor audiovisual, testimoniante de la causa ESMA por su madre, Thelma Jara; Cora Gamarnik, doctora en Ciencias Sociales, coordinadora del área de Estudios sobre fotografía de la Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
La cronista en esta oportunidad fue Adriana Taboada, psicóloga e investigadora del Centro de Estudios de Genocidio (UNTREF), y perita en causas por delitos de lesa humanidad.
Virginia Croatto, directora de Contenidos y Producción Museográfica del Museo Sitio de Memoria ESMA fue la encargada de dar la bienvenida al encuentro y presentar la actividad:
“A través de La Visita de las Cinco intentamos crear un espacio de encuentro y de reflexión». Y agregó: «Esta visita, coorganizada con otros dos sitios de memoria, la pudimos generar a pesar de las condiciones tan difíciles de la pandemia, pero que nos posibilita trabajar, seguir articulando y seguir creciendo en la construcción de la memoria a nivel nacional, latinoamericano y también a nivel mundial, con otros sitios de diferentes países».
Luego de la presentación de Virginia se proyectó un video que introdujo en la temática de la visita. Al finalizar el mismo, comentó: «Las dictaduras en el cono sur trataron de instalar un proyecto político represivo y este proyecto siempre estuvo acompañado del control y el monopolio de la comunicación. Pero no sólo tenían el control hegemónico de los medios masivos, sino que también se construían mediante operaciones de prensa, campañas de acción psicológica donde simplemente construían mentiras haciéndolas pasar como noticias».
Croatto, presentó al primer invitado del encuentro, Luis «Lucho» Ruiz, militante y documentalista uruguayo, quien se refirió a las «resistencias» en Uruguay, que comenzaron a construirse incluso antes del golpe de Estado en ese país.
«En Uruguay el golpe de Estado fue contra el movimiento obrero, contra las organizaciones sociales. Desde el primer minuto de ese golpe hubo una huelga general de 15 días, y ahí empezó la contrainformación, se repartían volantes de fábrica en fábrica y hasta hubo movilizaciones. En todo ese período tratamos, de distintas formas, con pequeños actos de resistencia, repudiar y frenar la represión».
Ruiz, destacó además la importancia que tuvieron esas resistencias en la caída del poder dictatorial.: «Las dictaduras no se fueron solas, hubo distintas fuerzas políticas, de todos lados, dentro del Uruguay y en el exterior, hubo campañas de resistencia. Cada denuncia que se hizo de los compañeros, cada volante, cada hecho que pudimos sacar al exterior, realmente sirvió. Pienso que las dictaduras no caen solas, que hay gente que lucha. Para terminar quería recordar las palabras del documental `Kollontai´ que termina con la frase de un compañero diciendo, `mientras haya dictadura va a haber gente que va a resistir, que va a luchar´».
Emilio Vanhoutte, del equipo de comunicación del Sitio de Memoria Ex CCDTyE «Automotores Orletti», comenzó agradeciendo a los sobrevivientes del país vecino: «Siempre agradecemos mucho a los uruguayos, y a los sobrevivientes uruguayos por haber puesto el cuerpo no solamente en su momento sino después de la recuperación. Fueron fundamentales para tratar de encontrar a la gente que estuvo en el centro clandestino».
Vanhoutte explicó cómo funcionaba Orletti, en el marco del Plan Cóndor: «Como vimos en el video, Orletti era la base del Plan Cóndor en Argentina, que funcionó desde mayo hasta noviembre del 76. Todos los presos políticos del Cono sur eran llevados a Orletti, y quien comandaba el centro clandestino (CC) era la Side, que dependía del Ejército, puntualmente del batallón 601. Allí también tenían su lugar de operación representantes de la represión de cada país que tuviera detenidos en ese CC».
Luego tomó la palabra Virginia Martínez, coordinadora del Sitio de Memoria Ex SID (Uruguay), quien se refirió al rol de los medios durante la dictadura de Uruguay: «Las operaciones mediáticas es un tema que ha sido poco trabajado, sobre todo en Uruguay. La dictadura uruguaya le dio una especial importancia a la comunicación, sobre todo a las operaciones psicopolíticas. La operación del Chalet Susy fue comandada por el SID, que fue un organismo central con una labor decisiva, tanto en el territorio nacional como en el exterior. Tenía un departamento de acciones psicológicas, que tenía como operativo montar operaciones psicológicas para convertirlas en acciones de utilidad militar».
Para exponer puntualmente al caso de la operación de prensa Chalet Susy, Martínez compartió imágenes del operativo y agregó: «La operación de ´blanqueo de los secuestrados´ de Chalet Susy tuvo como objetivo desmentir las violaciones a los derechos humanos. Los supuestos desaparecidos estaban vivos en nuestro país. Mostrar que el enemigo subversivo estaba vivo y que la lucha contra él era una tarea permanente, era una forma de dar legitimidad al gobierno de facto».
La historiadora Marisa Ruiz se refirió a la importancia de organizaciones como Amnistía Internacional y la Red Latinoamericana, en las denuncias por las violaciones a los derechos humanos en las dictaduras del Cono Sur: «Mi exposición expresará recuerdos optimistas y solidarios. Son recuerdos de organizaciones que formaron una contramemoria. La memoria de los hechos que ayudaron a la sobrevivencia de las víctimas, que denunció la tortura y que sobrevivió entre las mentiras y la impunidad».
Por su parte, Sara Méndez, sobreviviente de los CC Orletti y SID, habló sobre el operativo del Chalet Susy, del que fue víctima: «Estas operaciones tenían como fin la desaparición forzada. El Plan Cóndor se va a constituir y se va a ampliar. Los ejércitos van a poder entrar a estos países a secuestrar, interrogarnos, obtener la información que quieran, para luego ser eliminados. Pero acá el ejército de otro país entra, secuestra, nos presentan a otros militares uruguayos en Orletti y vamos a seguir viviendo. Da la impresión de que nada de eso estaba programado. Que hay cambios de último momento. Yo creo que esto se debe a que la dictadura uruguaya tenía presiones muy grandes internacionales, pero a la vez estaba necesitando mostrar en ese momento que la subversión seguía activa».
Daniel Cabezas relató cómo fue el secuestro de su madre, Thelma Jara de Cabezas, y la entrevista que le hicieron para la revista argentina Para Ti, en la que se tergiversó la realidad sobre su situación y la desaparición de su hijo. Luego de eso explicó la utilización de los medios como instrumento de las dictaduras, tanto en Argentina como en Uruguay: «Utilizaron a la prensa como un arma de guerra. Bombardeando a la población con noticias falsas para crear una realidad que les permita instalar miedo y que los resistentes a la dictadura sean vistos como delincuentes, subversivos, terroristas. Acá empezamos a encontrar paralelos con acciones de la dictadura uruguaya. Todos esos secuestros, torturas, violaciones, asesinatos, desapariciones y robos fueron realizados para instalar un sistema económico que responda solamente a los intereses de los grandes grupos económicos».
Cora Gamarnik, doctora en Ciencias Sociales, realizó una exposición que estuvo acompañada de imágenes con notas y fotografías de medios periodísticos durante las dictaduras de Uruguay, Argentina y Chile, en la que pudo verse claramente la utilización de los medios para legitimar los métodos represivos.
«Las dictaduras tuvieron una política de sustitución de una cultura por otra. Y así como ocultaban cosas que hacían, transformaban en visible otras. Por eso es importante estudiar la superficie mediática para ver qué nos querían mostrar a través de los medios. Los medios de comunicación fueron no sólo cómplices, sino un vector central para que las dictaduras puedan desarrollarse y hacer lo que hicieron» dijo.
Finalmente fue el turno de la cronista, la psicóloga e investigadora Adriana Taboada, que habló acerca de la acción psicológica utilizada por los gobiernos dictatoriales, la cual tiene su origen en la década del 50′ en Francia, y que formó parte del entrenamiento militar en nuestro país.
«La concepción de guerra pasa a ser considerada acción, y el tema comunicacional pasa a ser fundamental. Estos operativos lo que muestran es que hay un objetivo que es la persecución del militante, pero que a la vez es utilizado para darle un mensaje a la población, para disciplinar, construyendo representaciones. Hay representaciones que tienen que ver con el armamento, quién es el bueno, quién es el malo. Y también se construye miedo, una emoción natural, pero que también es posible incentivarlo construyendo cuál es la amenaza, y hacia allá van construyendo miedo y terror» dijo.
Para finalizar, agregó: «Esto estuvo pensado, planificado y ejecutado. Se construyó a lo largo del tiempo, han ido evaluando el éxito o no de lo que iban haciendo. El tema de hoy queda planteado con mucho para pensar, para investigar, me motiva profundamente. Partimos de una persecución hacia algunos, pero había un plan, y una estrategia para todos, y esto ha quedado claramente definido hoy».