Clarin – El Museo de la Memoria Esma fue declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO

Lo resolvió el Comité del Patrimonio Mundial que realiza su 45° convención en Arabia Saudita.

Es la primera vez que el organismo le da este estatus a un sitio de la memoria.

Simbólicamente no puede haber un hecho más relevante en la Argentina en la fecha: el Museo Sitio de Memoria ESMA ingresó a la lista de Patrimonio Mundial. Mientras LLA (La Libertad Avanza), la agrupación política de Javier Milei, reivindica la última dictadura militar y cuando el país rinde homenaje a los 40 años de democracia ininterrumpida, el Museo pasa a integrarse a una restringida lista de espacios protegidos por la UNESCO, cuya 45º Convención se celebra en Riad, Arabia Saudita.

Hubo 50 nuevas nominaciones: 34 fueron de orden cultural, nueve de índole natural y dos candidaturas fueron mixtas. La embajadora de la Delegación Permanente de la Argentina ante la Unesco, Marcela Losardo, trabajó en profundidad el tema en el organismo mundial, que había devuelto el expediente con anterioridad para que precisamente el país fortaleciera la candidatura de la ESMA. La nominación se presentó en 2015 y en 2017 se inscribió en la lista tentativa del Centro de Patrimonio Mundial.

Es interesante observar el avance de esta candidatura que se dio al margen del signo político del gobierno vigente en cada tramo. En 2017 cuando se inscribió en la lista tentativa gobernaba Mauricio Macri.
Como explicó la embajadora Losardo, a partir de la inscripción en la lista tentativa se conformó el Grupo de Trabajo de Composición abierta de los Estados Parte de la Convención, que al cabo de un largo proceso, derivó en las recomendaciones para incorporar a la ESMA como sitio de memoria dentro de la lista de Patrimonio Mundial.

Desde Riad, emocionada por la candidatura aprobada, la embajadora Losardo dijo a Clarín Cultura: “El Museo Sitio de la Memoria ESMA entró a la lista de Patrimonio Mundial, pero como hay una nueva mirada de un grupo de trabajo sobre los Sitios de Memoria que podían entrar o no se hicieron nuevas especificaciones. De ahora en adelante se aceptarán los sitios de memoria en la lista de Patrimonio Mundial siempre que haya unanimidad. Si un país impugna o se siente afectado no puede ingresar. La ESMA entró por unanimidad”.

La embajadora Losardo se mostró satisfecha pues la candidatura de la ESMA abre, por primera vez, un debate nuevo sobre los sitios de memoria que antes no entraban en el Listado de Patrimonio Mundial.
Quizá esto deba tenerse muy en cuenta a futuro por la actual situación en Ucrania, cuyo patrimonio cultural está siendo destruido sistemáticamente por los rusos. Si Rusia eventualmente se opusiera a que la Catedral de la Transfiguración de Odessa, destruida en julio pasado por los rusos, fuera declarada sitio de memoria Ucrania no podría pretender su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial. Antes debe resolverse el conflicto preexistente.

Desde Riad, la embajadora Losardo explicó a Clarín Cultura que el cambio de interpretación de la Unesco al admitir “los sitios de memoria dentro de la Lista de Patrimonio Mundial es una apuesta por la paz, una convocatoria al diálogo. Si bien es cierto lo que vos decís sobre Ucrania, la reflexión de la Unesco es que previamente los países resuelvan sus conflictos antes de proponer un sitio de memoria al Patrimonio Mundial”.

El camino recorrido por el Museo Sitio de Memoria ESMA para su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco fue largo y su inscripción cierra una etapa. Comenzó durante el gobierno de Néstor Kirchner, atravesó los de Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri, y concluyó en el de Alberto Fernández.

En adelante, como sitio de memoria mundial, la ESMA deberá desarrollar una serie de acciones que convaliden su inclusión en la lista. La Argentina no es un país negacionista en su conjunto, aunque hay sectores que sí plantean en el presente una reivindicación de la dictadura del 76 hasta que la democracia fue reinstalada con el presidente Raúl Alfonsín.

Precisamente esta inscripción en la Unesco permitirá abrir nuevos debates que amplíen la mirada sobre el pasado teniendo como punto de partida el símbolo de la ESMA que habla sobre hechos que a partir de su inclusión en la lista mundial se dan por indubitables: en la ESMA hubo terrorismo de Estado, desaparición forzada de personas, secuestro de niños y apropiación de bebés nacidos en cautiverio, torturas y crímenes de lesa humanidad.

Hay que recorrer, con perplejidad y espanto, el Museo de la ESMA para entender la magnitud de lo que allí tuvo lugar. Por eso el debate sobre las víctimas de la guerrilla y los grupos insurgentes de los años 70, sobre el que “la libertad avanza” con Victoria Villarruel a la cabeza, es de otra índole y no puede mezclarse con el símbolo de la ESMA, si el país quiere alguna vez completar su memoria histórica con todas las verdades.

Desde los Estados Unidos, donde acompaña al presidente de la Nación en la asamblea anual de la ONU, el canciller Santiago Cafiero dijo a Clarín Cultura: “Mientras Argentina debate volver al pasado desde el negacionismo neofascista, la comunidad internacional apoya la lucha de Madres y Abuelas, valora la política de Memoria, Verdad y Justicia, y reconoce a la ESMA como patrimonio mundial de la humanidad».

El ex embajador ante la Unesco Rodolfo Terragno también celebró la declaración del Museo de la Memoria como Patrimonio de la Humanidad. «A requerimiento de diversas organizaciones de derechos humanos, y con la expresa autorización del gobierno del Presidente Macri, tuve el honor de inscribir al Museo, en abril 2017, en la ‘lista tentativa’ de Patrimonio Mundial. La tarea fue continuada por la actual embajadora, Marcela Losardo. Esta declaración de la Unesco es una condena histórica internacional a lo que fue, como lo señaló el presidente Fernández, expresión de ‘lo peor del terrorismo de Estado'».

Los sitios de memoria en el Patrimonio Mundial son profundamente simbólicos porque recuerdan atrocidades y la intención de su creación e incorporación al Patrimonio Mundial protegido por la Unesco es garantizar “la no repetición de los hechos” allí ocurrido. Auschwitz, por ejemplo. Ese es el mayor valor de la inclusión de los hasta ahora siete sitios en la Lista de Patrimonio Mundial, en la cual la ESMA es la séptima.

Sitios de memoria y de conciencia

Para llegar a la nominación hay que contar, entre otras cosas, su historia. Paradojas como que el predio de la ESMA fue donado en 1926 por una familia para hacer un polo educativo y terminó como centro clandestino de detención.

Los sitios inscriptos hasta ahora vinculan el patrimonio material con el intangible y la memoria, pero además son lugares que testimonian la violación a los derechos humanos, el genocidio, la esclavitud y una multiplicidad de ataques a las libertades individuales.

Desde una dimensión educativa y cultural hasta una más histórica y turística, cívica y social, la filosofía de la Unesco es que la sociedad de cada país se implique en la nominación que se propugna. Por eso la extensión del proceso. No alcanza con los organismos de DDHH impulsen y estén de acuerdo, porque la candidatura la promueve el Estado argentino, y eso es decir la sociedad en su conjunto.

Cuando Alejandra Naftal, que estuvo detenida y desaparecida en el Vesubio, era directora del Museo Sitio de Memoria ESMA contó a Clarín Cultura: “Unesco fue cambiando los criterios de evaluación a lo largo del tiempo; de hecho ahora hay un comité de sitios de memoria y de sitios de conciencia”.

Como dijimos en su momento el cambio de criterios de Unesco obedeció al cambio de la geopolítica mundial. Con la caída del muro de Berlín y antes con la disolución de la Unión Soviética, los Derechos Humanos se convirtieron en una materia cada más más mencionada en los discursos de los principales líderes, ya fuera para sostenerlos o conculcarlos.

La propuesta a la lista tentativa se efectuó en la Comisión Nacional Argentina para la UNESCO (Conaplu) en noviembre de 2015. Se paralizó el trámite hasta 2017, cuando se reactivó con una buena noticia: la nominación había sido aceptada en la lista tentativa, lo que equivalía a comenzar a trabajar el expediente.

Antes hubo que recuperar documentación y material histórico muy valioso. Desde la gestión del museo, la historia del inmueble, un informe patrimonial de todo el predio, del casino de oficiales, y recopilar la información judicial tanto de lo que ocurrió como centro clandestino y los sucesivos pases de dominio.

Lista de Sitios de Memoria en Patrimonio Mundial

Isla de Gorée, inscripta en 1978

Situada en las aguas litorales del Senegal, frente a la ciudad de Dakar, fue el centro de comercio de esclavos más importante de las costas africanas entre los siglos XV y XIX. Estuvo sucesivamente bajo la dominación de portugueses, holandeses, ingleses y franceses. Hoy es un lugar de memoria de la explotación del hombre por el hombre y un santuario para la reconciliación.

Auschwitz Birkenau, inscripta en 1979

Fue campo de concentración y exterminio nazi entre 1940 y 1945. Los recintos, las alambradas, las torretas de vigilancia, las casamatas, las horcas, las cámaras de gas y los hornos crematorios de este campo, que fue el más vasto del Tercer Reich, dan fe de las condiciones en que se perpetró el genocidio nazi.

Según los trabajos de investigación histórica, entre 1.100.000 y 1.500.000 prisioneros –en gran parte judíos– fueron sistemáticamente asesinados en este campo, símbolo de la crueldad ejercida por el hombre contra sus semejantes en el siglo XX.

Memorial de la Paz en Hiroshima, inscripto en 1996

Este memorial, llamado también la Cúpula de Genbaku, es la estructura del único edificio que permaneció en pie cerca del lugar donde explotó la primera bomba atómica el 6 de agosto de 1945.

Gracias a los esfuerzos de innumerables personas –y en particular de los habitantes de Hiroshima– se ha conservado en el mismo estado en que quedó después de la explosión. Este sitio no sólo es un símbolo descarnado de la fuerza más destructiva creada por el hombre sino también una encarnación de los anhelos de paz mundial y de una supresión definitiva de todas las armas nucleares.

Robben Island, inscripto en 1999

Está situada a apenas 12 kilómetros de Ciudad del Cabo. Fue utilizada en diferentes épocas, entre los siglos XVIII y XX, como prisión, base militar y hospital para grupos catalogados como socialmente indeseables, entre ellos, enfermos de lepra.

El prisionero más relevante durante 27 años fue Nelson Mandela. Los edificios del siglo XX, y más concretamente los de la cárcel de alta seguridad para presos políticos, constituyen un testimonio de la opresión y el racismo que imperaban antes del triunfo de la democracia y la libertad.

Barrio del Puente Viejo en el centro histórico de Mostar, inscripta en 2005

La histórica Mostar, en Bosnia Herzegovina, es una antigua ciudad fronteriza otomana que se desarrolló en los siglos XV y XVI. Es famosa por sus antiguas casas turcas y por el “Stari Most” (Puente Viejo), del que recibe su nombre.

La mayor parte del centro histórico de la ciudad fue destruido durante el conflicto ocurrido en el decenio de 1990 y se cometieron crímenes aberrantes contra sus habitantes.

El puente ha sido reconstruido por completo con la misma piedra original, y muchos edificios de la parte antigua de la ciudad se recuperó con ayuda de un comité científico de Unesco. El barrio del Puente Viejo, el puente reconstruido y el centro histórico de Mostar son símbolos de la cooperación internacional y de la coexistencia de distintas comunidades culturales, étnicas y religiosas.

Sitio arqueológico del muelle de Valongo, Brasil, inscripto en 2017

La más reciente de las candidaturas aprobadas. Se halla en el centro de Río de Janeiro y abarca la totalidad de la plaza del “Jornal do Comércio”. Ocupa el lugar de la antigua zona portuaria de la ciudad carioca, donde se construyó en siglos anteriores un muelle de piedra para los navíos de la trata negrera que transportaban esclavos a Sudamérica.

Se cifra en 900.000 africanos los que fueron reducidos a esclavitud y desembarcados en Valongo. El sitio tiene varias capas arqueológicas y la más profunda tiene una calzada empedrada -“pé de moleque”- perteneciente al muelle de Valongo primigenio.

Museo Sitio de Memoria ESMA, inscripto en 2023

Símbolo del terrorismo ejercido por el Estado, la desaparición forzada de personas, la tortura y el nacimiento en cautiverio de niños posteriormente apropiados durante la dictadura militar de 1976 a 1983.

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